Reflexioné mucho sobre que escribir para esta fecha tan especial para mi, sin embargo me doy cuenta que solo hay un nombre en mi cabeza: José Vicente...El murió por complicaciones del SIDA el 9 de Julio de 1998:
Hola José Vicente, ¿cómo va todo? por mi lado en las mismas, otro año que termina y tu sabes como me aburre el mes de Diciembre. Mañana es 1 de Diciembre, día mundial de la lucha contra el SIDA, y aún pienso ese día como el de Freddy Mercury, espero que no te molestes por eso, y SI, aún sigo embobada por él, sabes que su música y canciones me encantan.
No puedo creer que haya pasado tanto tiempo sin vernos, mis brazos ya no son de espaguetti como cuando te burlabas de ellos, seguí tus consejos de hacer ejercicio, pero aún estoy flaca; por cierto ya no tengo la faldita a cuadros gris y negra que tanto te gustaba que me pusiera, aunque no olvido el comentario cuando me viste con ella puesta la primera vez: "esa faldita te hace ver las piernas bonitas". En Caracas también están el par de tenis amarillos de corazoncitos, los cursilitos de los que te reías tanto, los mismos que me puse la última vez que nos vimos el 9 de Julio de 1998. La verdad es que extraño tu claridad de ver las cosas, los hechos, los problemas, absolutamente todo, una vez me dijiste que esa claridad no estaba en tu vida, sino en la cercanía a tu muerte. Nunca he defraudado el papel de ser tu emisaria, y siempre que pienso en ti, te pienso lindo tal como tu me lo pediste, nunca en sombras de sufrimiento como los días previos a tu partida.
Hace tiempo que no me tomo una malta Caracas como la que compartíamos, o me como un club house con mucha mayonesa, si viajo a Venezuela prometo hacerlo y será en tu nombre. Por cierto ¿ya te encontraste con Italo?, ¿se han visto? por favor, si es así, no peleen, y tu no lo provoques, hazme ese favor, no lo vayas a molestar con la pregunta pesada de: ¿estás celoso de mi o de Maria José? además, eso ya pasó hace mucho tiempo, pero tu eres un bromista nato; me gusta imaginar que los dos se han encontrado y se han reído de esos días en Parque Central, se paciente con él, tu llevas por allí más tiempo.
Muchas veces pienso que hubiera sido de ti si el SIDA nunca existiera, ¿nos habríamos conocido? ¿habríamos compartido tanta intensidad como la que compartimos? No puedo olvidar cuando días previos a tu partida me dijiste que eras un anciano, que habías vivido cada minuto de tu vida como un dia, y que estabas cansado, me hiciste prometerte que yo no haría lo mismo, que no tendría prisa para nada, la vida no se escapa, es uno quien se escapa de ella, asi que ¿para que correr? no hace falta tanta prisa
Recuerdo el telefonito miniatura que te regalé en aquella oportunidad que peleamos y que me dijiste que lo usarías cada vez que quisieras hablar conmigo, espero que aún lo tengas y lo sigas usando.
Eres más allá de la vida y de la muerte mi buen amigo y como me dijiste en una oportunidad, nunca fuiste víctima del SIDA, sucedió porque tenía que suceder, porque tenías algo que vivir y algo que contar. Hoy son otros tiempos, están los retrovirales, el término crónico se usa más que el término mortal, pero aún no aprendemos la lección, la humanidad no la aprende, el SIDA es la enfermedad del desamor y el desamor abunda, contra eso no hay vacuna ¿o sí?
Se cumplen 20 años de lucha, de solidaridad, de ir y venir con un lazo rojo en el corazón de cada uno, hemos avanzado bastante, pero aún no lo suficiente, seguimos siendo ignorantes, tercos, egoístas, poniendo lo trascedente, lo auténtico en el lugar equivocado, aún nos falta mucho camino que recorrer. El SIDA aún estará entre nosotros por mucho tiempo, ojala que el día que se descubra la cura o la vacuna, hayamos entendido que más allá de víctimas o estadísticas, todos hemos sido tocados por ese desamor que encontró su máxima expresión a través del VIRUS DE INMUNO DEFICIENCIA HUMANO.
Adios Tico, hasta la próxima, y recuerda: siempre estás vivo en mi corazón.
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