Desde la última entrada estaba pensando en esperar que pasaran las elecciones regionales y municipales en Venezuela (me niego a usar el término BOLIVARIANA) las cuales se efectuarán el domingo 23 de Noviembre; sin embargo, siendo sincera, no me pude aguantar, y me parece estar escuchando la voz de mi amigo Edu: "No pienses tanto"; siguiendo su consejo me decidí a hacerlo, a escribir esta entrada un día antes. La verdad es que quizás la adrenalina, ansiedad, y nervio que voy a vivir mañana podría tener una influencia directa en lo que escribiría en medio de esa efervescencia, pero ahora, un día antes, en cuenta regresiva, me siento un poco más objetiva, menos emocional.
Yo muchas veces a Venezuela le he llamado "el mundo al revés", por supuesto que este título nace de mi orden lógico, al final descubrí que cada quien tiene su propio orden lógico, así que mi llamado mundo al revés es simplemente un solo punto de vista: el mio. Sin embargo, hace años un político usó este slogan refiriéndose a Venezuela: "la tierra de lo posible", y es cierto, en Venezuela todo es posible, lo más disparatado, lo más sensato, los extremos, no parecen haber términos medios, muy pocos se ubican en ese punto. Cuando oigo a un Chavez, representación popular del ego de cada uno de nosotros, SI, DE TODOS NOSOTROS, me digo a mi misma: "el mundo al revés", pero cuando el efecto nocivo de esa presencia oscura pasa, entonces reflexiono y me pregunto en que andara mi pequeño "chavecito". Todos tenemos un poco de este personaje. ¿Recuerdan mi entrada sobre El Ego y los perros, entre otros detallitos? este personaje tomó el timón de un vehículo abandonado llamado Venezuela, todos los que estaban dentro de él habían salido a distraerse, a divertirse, a ocuparse de lo desocupable, en fin, como solo se trataba del vehículo, de Venezuela, ¿qué le iba a suceder? Pues casi nada, Chavez-Ego se puso tras el volante, se puso super glue en las nalgas, se llevó el carro y lo más insólito es que todavía aquellos que lo abandonaron se siguen recriminando a ver quien es el culpable, evitando asumir cada uno su cuota de responsabilidad; en diálogos sería más o menos así: "epa, panita, ¿tu no era que estabas dentro del carro?- No,Chamo, yo te dije que no.- ¿Cuando me dijiste que no me acuerdo?.- Coño, te lo dije, pana, usa la cabeza, lo que pasa es que nunca me paras bolas."- SALE OTRO A METERSE EN LA CONVERSACION: "Yo creo que fue el otro pana, me dijo que tranquilo que él cuidaba la vaina.- En serio? lo sabía, ese carajo siempre hace lo mismo.- Verga, ¿y ahora, que le decimos a la vieja cuando nos pregunte por el carro?.- Bueno, le inventamos una vaina así pa que crea, porque no es culpa nuestra."
Y entre señalamientos, y señalamientos, el carro siguió rodando cada vez más y más lejos. Con el tiempo el pesimismo ha tomado su lugar de honor, es que el Ego es especialista en sembrar pesimismo, esto hace que su base sea practicamente inquebrantable; les doy un ejemplo: si hay un movimiento positivo, el que sea, pero se logra en un 70%, todos se quejaran y harán énfasis en el 30% perdido. No hay que olvidar que el propósito del Ego es "hacer que busca" y no encontrar, desconcierto, contradición, oscuridad, euforia pasajera, y la peor de todas: costumbre que lleva a una pseudo comodidad. Siempre que nos sintamos cómodos con una situación, sea esta positiva o negativa, hay peligro cerca, y solo una tormenta con rayos y centellas parece hacernos reaccionar. No estamos aqui para acampar, estamos aqui para avanzar.
En el corazón de todos queremos ver emerger en la palestra pública a ese "lider" que pueda enfrentar y sustituir a Chavez, a mi no me queda la menor duda de que ese lider ya está, existe, y aunque a los ojos de muchos parece todo lo contrario, y el ambiente se carga de una energía negativa que nos hace creer que la batalla está perdida, los animo a reflexionar sobre esto: "No todo es lo que parece". El lider o la lider está, existe, pero mientras sea el Ego el que lo busque, el que quiera "verlo" no lo encontrará, ni lo verá, porque ese es el propósito del Ego: buscar pero no encontrar. ¿Repetitiva? por supuesto, solo la repetición corrije estos detalles "cómodos" de nuestro diario vivir.
En estos momentos no reflexiono en lo malo o pésimo que es Chávez, sino en el legado que dejará, si lo sabemos manejar bien puede convertirse en la mejor oportunidad para volver a crear, pero esta vez con conciencia, con disposición de responsabilidad.
Y como están de moda las predicciones, aquí va la mia: El carro se quedará varado en alguna parte, no habrá tiempo suficiente para cambiarle el caucho, o no habrá una gasolinera cerca para volver a llenar el tanque, y ese conductor de turno también abandonará el carro.
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