Quizás este relato les parezca familiar a más de una persona, me atrevería hasta a apostar que así es.
A veces se conocen personas que en el primer instante, por no se sabe cual razón, se miran "diferente", eso sí, sin poder definir esa palabra: diferente. Se siente y punto. Luego se puede presentar la oportunidad de conocerse mejor, y de ahi en adelante suceden una cadena de eventos fuera de sincronía que hasta son difíciles de entender. Por un momento se piensa que es el universo el que confabula para entorpecer las cosas, luego se llega a creer que esa primera impresión fue más falsa que un billete de medio real. También se llega a las especulaciones que resultan hasta crueles. Hasta llegar a sentir en momentos bastantes críticos que eres el centro de un espectáculo del ridículo.
Es dificil explicar porque se puede uno topar con esta fuera de sincronía, funciona más o menos así: das un paso hacia adelante, te acercas un poco y de repente ZAS!!! una torpeza hace que "des-andes" lo poquito que te habías acercado, luego se presenta otra nueva oportunidad, parece que todo pinta bien para olvidar la torpeza pasada que produjo el alejamiento, y viene otra peor; aqui lo más crítico es que la frialdad se va apoderando de la situación y emerge en nosotros todas las defensas posibles y de las más feroces. De ahi en adelante se desdibuja el tiempo, las oportunidades, parece que se habla un idioma diferente y te das cuenta que hay dos melodías o canciones sonando al mismo tiempo al mismo volumen, pero no logras identificar ninguna. Al final queda el cansancio, el aburrimiento.
Es difícil manejar la fuera de sincronía en las relaciones, sean estas mas lights que otras, no se sabe porque se presenta a ciencia cierta, quizas hay un alto voltaje por un lado que no permite escucharse y eso nos empuja a caer en conclusiones apresuradas. Esto puede suceder en todos niveles, sea tanto personal, como profesional, con un vecino, o hasta con el panadero. Hacer el viaje para sincronizarse es el reto, y de ahi surge la pregunta: ¿debo hacerlo? y ¿qué tal si me estrello? porque es un viaje de dos partes, y si una solamente lo hace, el resultado será frustrante, esto es lo que nos dice nuestra naturaleza humana.
De lo que si me he dado cuenta en una totalidad es que es nuestro Ego el responsable de esta fuera de sincronía, el cual goza haciéndonos estas jugarretas y creando desencuentros. El Libro de Milagros dice que todo aquello que crea el Ego es una ilusión, es una falsedad, está en nuestra "mente" creando separación, y todo esto porque el Ego le tiene pánico a la profundidad del alma, de sentimientos auténticos, porque allí, en medio de toda esa Luz y paz, el Ego no puede sobrevivir.
Cada vez que nos sentimos fuera de sincronía en una situación o con una persona, debemos ubicar al Ego, el cual sin duda alguna por algún descuido nuestro, se ha puesto detrás del volante para conducir el carro, cuando su puesto debe ser el asiento trasero. No es fácil quitar al Ego del puesto del chofer, es como un niño haciendo una pataleta que se aferra a todo y nos hace sentir como si estuvieramos tratando de mover un edificio, y merma nuestras fuerzas; pero podemos hacerlo cuando nuestra intuición nos dice que si logras asumir ese desafío y logras la sincronía, encontrarás una gran Luz para ti...Es un acto de Fe, y el Ego le teme a la Fe. Esta contradición es uno de nuestros más grandes desafios en las relaciones humanas, pero tenemos todo para vencerlo. Somos mucho más grandes, fuertes, profundos, sabios, de lo que suponemos.
Que así sea!!! por ahora siguen sonando esas dos melodías a todo volumen y tan diferentes, aunque me he dado cuenta que quizás no son tan distintas como yo pensaba al principio, quizás es que están sonando a destiempo y solo hay que ajustar eso mismo: el tiempo. A lo mejor es una señal de radio mezclada con otra, y eso crea la confusión, y si encuentro el díal de una, y el de la otra probablemente el gran descubrimiento sea que se trata de una misma canción,